Las caras tras la lucha contra el cambio climático

Las guerras se han ido haciendo más frías con el paso del tiempo.
Antes había alianzas de tribus, facciones o países que se daban la mano para cruzar espadazos contra un enemigo común.
Ahora las guerras se hacen en despachos entre amenazas de pulsar botones nucleares a miles de kilómetros de distancia de donde va a caer la bomba. Todo es más frío, pero no por mucho tiempo.
El mundo entero tiene un enemigo común al que enfrentarse. Un enemigo que nos plantea un campo de batalla cada vez más caliente y contra el que tenemos que aliarnos TODOS los países sin excepción.
Y ese enemigo es…🥁🥁🥁…. ¡El cambio climático!
El hecho de que la temperatura media del planeta aumente unos pocos grados te puede parecer una tontería, pero sus consecuencias ya causan verdaderos desastres que se cobran vidas humanas y lo que está por venir pinta todavía más feo.
En breve publicaremos un artículo en el que exploramos las consecuencias de que el aumento se limite a 1,5ºC o suba hasta los 2ºC.
Pero ahora, lo importante: ¿qué soluciones hay?
✅ Una de ellas pasa por el compromiso entre Estados y multinacionales para emitir menos gases de efecto invernadero. Deben aliarse unos con otros, a la antigua usanza, para combatir un cambio climático que es responsabilidad del ser humano.
Si no conoces las principales herramientas que países y empresas han desarrollado para frenar los efectos del cambio climático, atención porque vamos con ellos.
Ley de Cambio Climático explicada for dummies
¿Te sabes lo de los 1,5ºC?
Es fácil: la Unión Europea se comprometió a que la temperatura media del planeta no subiera por encima de ese grado y medio.
También quieren que en 2050 el continente no emita ningún tipo de gas de efecto invernadero. Es lo que llaman The European Green Deal.
Está difícil, pero oye, cada país se compromete a poner de su parte. Si todos cumplimos, los efectos del cambio climático serán más leves para esos niños que ya corretean por los parques.
En España tenemos buena y mala suerte: buena porque la transición energética es posible gracias al sol y al viento y mala porque los efectos del cambio climático pintan feos para la zona mediterránea.
¿No notas que el otoño y la primavera son estaciones cada vez más invisibles?
👉 En nuestro país las emisiones de GEIs (gases de efecto invernadero) viajan por carretera. Los coches son los responsables de un 25% del total de las emisiones y en 2050 papá Estado quiere que todos sean eléctricos. Todos todos.
¿Cómo lo van a conseguir? Ofreciendo ayudas a la compra de eléctricos (plan MOVES III) y obligando por ley a que las gasolineras que venden más de 5 millones de litros instalen puntos de recarga.
Además, los edificios de nueva construcción deberán contemplarlos y no queda ahí la cosa. Sobre el transporte aéreo y el marítimo, la Ley 7/2021 se plantea el mismo objetivo: la descarbonización.
Aquí la meta es más quijotesca que para el transporte por carretera, pero los combustibles alternativos y renovables van a tener mucho que decir.
Agenda 2030
¿Qué es esto? Aparece mucho en los medios, pero nadie sabe qué es. “Una de estas cosas de la ONU que no sirven para nada”, piensas mientras te tomas tu café mañanero.
Es un compromiso internacional en términos de igualdad social, medio ambiente, economía… Una cosa muy bonita con un lema aún más bonito: “no dejar atrás a nadie”.
Aunque tenemos una Secretaría encargada de ejecutar los objetivos de la Agenda 2030, los países no están obligados a cumplirlos por mucho que se comprometieran en 2015.
Yo le echo la culpa al que estaba hace cuatro años, el que viene luego me la echa a mí… Unos por otros y el planeta sin barrer.
Por eso ONGs como OXFAM Intermón, UNICEF España y WWF revisan si llegaremos a 2030 con los deberes hechos o con la excusa de que se los ha comido el perro.
En este informe podéis ver que en la susodicha Secretaría ya trabajan a marchas forzadas para inventarse el nombre del perro.
The Climate Pledge
Parecido a la Agenda 2030, pero para empresas.
Otro compromiso más, esta vez cofinanciado por Amazon y con la presencia de empresas ENORMES como P&G, Microsoft o Mercedes-Benz.
Si en la COP21 de París los países se comprometían a alcanzar la neutralidad climática en 2050, esta red de empresas quiere hacerlo en 2040. Porque ellas lo valen.
¿Neutralidad climática? ¿Ein? Básicamente, que el CO2 que absorbe el planeta de forma natural sea el mismo que el que nosotros emitimos a la atmósfera.
Así podemos ir apagando el modo barbacoa.
Las compañías que firman el “net zero carbon” tienen que medir y reportar sus emisiones de GEIs, especificar cómo las reducen y ofrecer compensaciones de carbono reales y medibles.
¿Hay alguien detrás vigilando que lo hagan? Batman vestido de verde seguro que no.
Por lo pronto, las empresas suscritas parecen tener políticas medioambientales serias y no buscan solo un sellito que puedan ponerse en las webs a modo de medalla.
Varias empresas españolas ya están dentro de The Climate Pledge: Telefónica, Acciona, Prosegur, el Betis (no llevan el verde en su escudo por casualidad) o Glovo, por ponerte algunos ejemplos.
¿Qué pasará con esta red? ¿Quedará en el olvido o llegará a sumar miles de empresas de verdad comprometidas con el planeta? Lo veremos.
Conclusiones
El cambio climático pinta mal. Cada año peor.
Además, gran parte de la suerte del planeta está en manos de los Estados y las grandes empresas.
¿Qué puedes hacer tú?
- Sé un poco más eco. No cojas un avión si puedes ir en tren o no cojas tu coche si puedes ir en transporte público.
- No te olvides de la problemática ambiental, exige acciones a los políticos. Con tu voto, con tu presencia en una manifestación, con tu cara de enfado sacando el tema en un café con amigos.
- Ten cuidado con lo que compras. Más allá del coste de un producto o servicio está el coste para el planeta, la parte que paga el medio ambiente. Devuélvele esa parte, hazle un bizum.